Todos deberíamos tener la oportunidad, alguna que otra vez, de poder mirar y mirarnos con los Ojos de nuestro Verdadero Yo..
Así, podríamos contemplar y ver la Verdadera Belleza y Misericordia que nos habita y habita en otros y en todo..
Eso nos cambiaría la vida y la perspectiva de vivir..
Eso nos haría un poquito más felices, entendiendo la felicidad como algo no vinculado a lo material, sino perteneciente exclusivamente a los asuntos de nuestro Verdadero Corazón..