viernes, 5 de diciembre de 2014

VIVIR sin tiempo..


«VIVIR sin tiempo. Medir los días por sensaciones.»
Sí, tengo que probar.
Probaré el sabor de las miradas.
Probaré y tocaré al extraño.
Probaré y encerraré el trabajo en los corrales de lo justo y necesario.
Probaré el perfume del pan recién horneado.
Probaré a soñar a deshoras y jugaré al aro con las ideas.
Probaré y, aunque sólo sea una vez, me asomaré a la cara oculta de la Luna.
Probaré y miraré donde nunca me atreví a mirar.
Probaré y encenderé el alma en las tertulias que jamás pisé.
Probaré y mojaré los pies en la orilla de los demás.
Probaré el vino caliente de la opinión ajena.
Probaré y escucharé la música de los vientos.
Probaré a desnudarme y me ducharé con el buen humor.
Probaré a medir el tiempo con la vara sin medida del corazón.
Probaré, en fin, que puedo VIVIR sin tiempo.


                                                             Al fin libre. J.J. Benítez.




  Hoy, mañana quizá
Y la suerte de unas cuantas primaveras
Hoy, mejor no esperar
Que la vida se me escora con la espera

Caminaré, si mi tiempo se me escapa
Por las rendijas de la soledad
Caminaré, si no avanzo y me adormezco
Es que algo estoy haciendo mal
Caminaré, hoy

Y mejor no esperar
Que la vida se esfuma en la espera
Paciente pero nunca ausente
Que si espero demasiado mi tren se alejará

Y subo a las montañas
Y con arte y otras mañas
Pinto piedras y consigo volar
Eso hago, poca cosa
Sólo busco el perfume en la rosa
Y del mundo, caminar

Hoy...
Hoy, pienso al caminar
Caminando se me aclaran las ideas
Hoy..., espero no errar
Y si yerro salga el sol por Antequera

Caminaré, que el camino cunde tanto
Que en cien vidas no lo gastaré
Y aprenderé que aunque nunca hay vuelta atrás
Puerto y ancla no habré de perder
Caminaré

Y mejor respirar
Que la vida sin resuello se estrecha
Viviendo sé que de prestado
Y el que vive a su manera
No precisa ni mundo ni montera
Y hoy, mejor se andará
Si se quiere menos de lo que se esper.
Hoy...

lunes, 10 de noviembre de 2014

Musicoterapia..


Nos ocupamos del mar
Y tenemos dividida la tarea
Ella cuida de las olas
Yo vigilo la marea

Es cansado
Por eso al llegar la noche
Ella descansa a mi lado
Y mis ojos, en su costado

También cuidamos la tierra
Y también con el trabajo dividido
Yo troncos, frutos y flores
Ella riega lo escondido

Es cansado
Por eso al llegar la noche
Ella descansa a mi lado
Y mis manos, en su costado

Todas las cosas cuidamos
Cada uno según es nuestro talante
Yo lo que tiene importancia,
Ella todo lo importante

Es cansado
Por eso al llegar la noche
Ella descansa a mi lado
Y mi voz, en su costado
Y mi voz, en su costado

viernes, 31 de octubre de 2014

Las "vasijas"..



Quizás pueda pensarse que atesorar conocimientos ya nos convierte en sabi@s.. En Kabbalah se enseña que al aprender conocimientos (sea por la via que sea) se desarrollan sentimientos o “vasijas” llamadas kelim. Pero esos sentimientos solo los desarrollamos al experimentar esos conocimientos. Sólo así nos “llenamos” de sabiduría..

Y es a través de esos sentimientos como podremos conectar con el Interior, pues ellos traen una revelación primordial al corazón y la mente, nuestros primeros “vehículos” para llegar a nosotr@s mism@s..

La experiencia me ha enseñado que todo es un ciclo, y que no hay que tener reparos en vaciar una y otra vez esas vasijas para así ir completando las etapas interiores.

Porque si están llenas, no pueden contener nada más. Por eso es necesario vaciarse de ideas, conocimientos, incluso experiencias anteriores. Y dejar paso a lo nuevo..

Pero lo que se desecha no se pierde, una vez ha estado en nuestras “vasijas”, su esencia se ha unido con nosotr@s y así quedará para siempre.. Almacenado y dispuesto a utilizarse cuando lo creamos oportuno.. Pero dejando paso a nuevos aprendizajes y nuevas experiencias..

Por eso, es mejor Sentir..


Es mejor sentir
Que pensar sentir
Es mejor

Es mejor sentir
Que pensar sentir
Es mejor

Tuve que cruzar el puente
Tuve que pararme al sol
A esperar la buena suerte
A volver a entrar en calor

Si vuelve a suceder
  Si me vuelvo a enamorar
Tendré que andar con mas tino
Y no creo que el destino ya esté escrito y por firmar

Es mejor sentir
Que pensar sentir
Es mejor

Es mejor sentir
Que pensar sentir
Es mejor

Si, es mejor sentir
Que pensar sentir
Es mejor

Tuve que dejar mi casa
Renuncié a mi porvenir
Atrapado en turbias aguas
Tuve que vivir sin mi
Desnudo y solo me sentí...

Caminé sin rumbo por las calles tan extrañas para mí
Y miré la luna colgada de los pisos altos y sentí...

Es mejor sentir
Que pensar sentir
Es mejor

Si, es mejor sentir
Que pensar sentir
Es mejor

Tuve que cruzar el puente
Sentarme a descansar al sol
Negarme a resbalar por la pendiente
Volver a encontrar color

Tuve que salvar el puente
Tuve que pararme al sol
Tuve que cruzar el puente

Y es mejor sentir
Que pensar sentir
Es mejor

Es mejor sentir
Que pensar sentir
Es mejor...

lunes, 20 de octubre de 2014

Tú tan sólo ilumíname..


Cuando tú decidas
Cuando tú estés yo estaré
Aunque tú no me lo pidas.
Cuando nadie siga
Sabes que yo seguiré
Junto a ti mientras caminas.

No somos sólo distintos,
Somos lluvia y somos sed
Que a una misma vez respiran.
Gotas en un laberinto
Tan grande que no las vé

No temas, tranquila, que yo seré
Seré el camino al que volver
Seré el abrazo en que te abrigas cuando nada salga bien
Una canción que no termina, el sueño cada anochecer
Y la sorpresa más sencilla
Tú tan sólo ilumíname
Con tu presencia
Cada día

Si te vas, descuida,
Que aquí yo te esperaré
Aunque nunca me lo pidas

Cuando te encierres tan dentro
Cuando a nadie quieras ver
No temas, tranquila, porque yo te escucharé

Seré el secreto que confías,
A quien más puedas querer
Esa canción que no termina,
El sol de cada atardecer
Y la sonrisa más sentida,
Tú tan sólo ilumíname
Con tu presencia
Cada día

Seré quien quieras cada vez,
El universo que me pidas
El camino al que volver
Y la canción que no termina
Estrella cada anochecer
Y la sorpresa más sencilla

Tú tan sólo iluminame
Con tu presencia
Cada día

Seré el secreto que confías
A quién mas quieras querer
Esa canción que no termina
Un beso cada atardecer
Y la sonrisa más sentida
Tú tan sólo iluminame
Con tu presencia

martes, 30 de septiembre de 2014

Por fin..





Como muy bien describe el compañero Nacho Mirás Fole (@rabudo1 y rabudo.com), vivir con incertidumbre en esta carrera sobre un alambre enjabonado,  me ha llevado a Aprender y sobre todo a Comprender, por fin,  muchas cosas.. quizás demasiadas.. Todas las doy por buenas..




Qué intenso es esto del amor,
Qué garra tiene el corazón, sí...
Jamás pensé que sucediera así.

Bendita toda conexión
Entre tu alma y mi voz, sí...
Jamás creí que me iba a suceder a mí.

Por fin lo puedo sentir,
Te conozco y te reconozco que por fin
Sé lo que es vivir
Con un suspiro en el pecho,
Con cosquillas por dentro...
Y por fin sé por qué estoy así.

Tú me has hecho mejor, mejor de lo que era...
Y entregaría mi voz a cambio de una vida entera.

Tú me has hecho entender que aquí nada es eterno,
Pero tu piel y mi piel pueden detener el tiempo... oh...

No he parado de pensar
Hasta dónde soy capaz de llegar,
Ya que mi vida está en tus manos y en tu boca.

Me he convertido en lo que nunca imaginé,
Has dividido en dos mi alma y mi ser,
Porque una parte va contigo aunque a veces no lo sepas ver.

Por fin lo puedo sentir,
Te conozco y te reconozco que por fin
Sé lo que es vivir
Con un suspiro en el pecho,
Y con cosquillas por dentro...
Por fin sé por qué estoy así.

Tú me has hecho mejor, mejor de lo que era...
Y entregaría mi voz a cambio de una vida entera.
Tú me has hecho entender que aquí nada es eterno,
Pero tu piel y mi piel pueden detener el tiempo... oh...

Mejor de lo que era...

Aquí nada es eterno...

jueves, 25 de septiembre de 2014

Que nada te distraiga de ti mism@..




Como los budistas, sé que la palabra no es el hecho, si digo “manzana” no es la maravilla innombrable que enamora el verano, Si digo “árbol”, apenas me acerco a lo que saben las aves; el caballo siempre fue y será lo que es sin saber que así lo nombro.
Sé que la palabra no es el hecho, pero sí se que un día mi padre bajó de la montaña y dijo unas palabras al oído de mi madre, y la incendió de tal manera que hasta aquí he llegado yo, continuando el poema que mi padre comenzó con algunas palabras.
Nacemos para encontrarnos (la vida es el arte del encuentro), encontrarnos para confirmar que la humanidad es una sola familia y que habitamos un país llamado Tierra. Somos hijos del amor, por lo tanto nacemos para la felicidad (fuera de la felicidad son todos pretextos), y debemos ser felices también por nuestros hijos, porque no hay nada mejor que recordar padres felices.
Hay tantas cosas para gozar y nuestro paso por la Tierra es tan corto, que sufrir es una pérdida de tiempo. Además, el universo siempre está dispuesto a complacernos, por eso estamos rodeados de buenas noticias. Cada mañana es una buena noticia. Cada niño que nace es una buena noticia, cada cantor es una buena noticia, porque cada cantor es un soldado menos, por eso hay que cuidarse del que no canta porque algo esconde.
Eso lo aprendí de mi madre que fue la primera buena noticia que conocí.
Se llamaba Sara y nunca pudo ser inteligente porque cada vez que estaba por aprender algo llegaba la felicidad y la distraía, nunca usó agenda porque sólo hacía lo que amaba, y eso se lo recordaba el corazón. Se dedicó a vivir y no le quedaba tiempo para hacer otra cosa.
De mi madre también aprendí que nunca es tarde, que siempre se puede empezar de nuevo, ahora mismo, le puedes decir basta a la mujer (o al hombre) que ya no amas, al trabajo que odias, a las cosas que te encadenan a la tarjeta de crédito, a los noticieros que te envenenan desde la mañana, a los que quieren dirigir tu vida, ahora mismo le puedes decir basta al miedo que heredaste, porque la vida es aquí y ahora mismo.
Me he transformado en un hombre libre (como debe ser), es decir que mi vida se ha transformado en una fiesta que vivo, en todo el mundo, desde la austeridad del frío patagónico a la lujuria del Caribe, desde la lúcida locura de Manhattan al misterio que enriquece a la India, donde la Madre Teresa sabe que debemos dar hasta que duela.
Caminando comprobé que nos vamos encontrando con el otro, lenta, misteriosa, sensualmente, porque lo que teje esta red revolucionaria es la poesía. Ella nos lleva de la mano y debajo de la luna, hasta los últimos rincones del mundo, donde nos espera el compinche, uno más, el que continúa la línea que será un círculo que abarcará el planeta. Esta es la revolución fundamental, el revolucionarse instantaneamente para armonizar con la vida, que es cambio permanente, por eso nos vamos encontrando fatalmente para iluminar cada rincón.
Que nada te distraiga de ti mismo, debes estar atento porque todavía no gozaste la más grande alegría ni sufriste el más grande dolor. Vacía la copa cada noche para que Dios te la llene de agua nueva en el nuevo día.
Vive de instante en instante porque eso es la vida. Me costó 57 años llegar hasta aquí, ¿cómo no gozar y respetar este momento?Se gana y se pierde, se sube y se baja, se nace y se muere. Y si la historia es tan simple, ¿por qué te preocupas tanto?.
No te sientas aparte y olvidado, todos somos la sal de la Tierra. En la tranquilidad hay salud, como plenitud dentro de uno. Perdónate, acéptate, reconócete y ámate, recuerda que tienes que vivir contigo mismo por la eternidad, borra el pasado para no repetirlo, para no abandonar como tu padre, para no desanimarte como tu madre, para no tratarte como te trataron ellos, pero no los culpes porque nadie puede enseñar lo que no sabe, perdónalos y te liberarás de esas cadenas.
Si estás atento al presente, el pasado no te distraerá, entonces serás siempre nuevo. Tienes el poder para ser libre en este mismo momento, el poder está siempre en el presente porque toda la vida está en cada instante, pero no digas “no puedo” ni en broma porque el inconsciente no tiene sentido de humor, lo tomará en serio y te lo recordará cada vez que lo intentes.
Si quieres recuperar la salud abandona la crítica, el resentimiento y la culpa, responsables de nuestras enfermedades.
Perdona a todos y perdónate, no hay liberación más grande que el perdón, no hay nada como vivir sin enemigos. Nada peor para la cabeza y por lo tanto para el cuerpo, que el miedo, la culpa, el resentimiento y la crítica que te hace juez (agotadora y vana tarea) y cómplice de lo que te disgusta.
Culpar a los demás es no aceptar la responsabilidad de nuestra vida, es distraerse de ella.
El bien y el mal viven dentro de ti, alimenta más al bien para que sea el vencedor cada vez que tengan que enfrentarse. Lo que llamamos problemas son lecciones, por eso nada de lo que nos sucede es en vano.
No te quejes, recuerda que naciste desnudo, entonces ese pantalón y esa camisa que llevas ya son ganancia.Cuida el presente porque en él vivirás el resto de tu vida. Libérate de la ansiedad, piensa que lo que debe ser será, y sucederá naturalmente.

                                        Facundo Cabral.

sábado, 23 de agosto de 2014

Mira dentro..


Yo no pido tanto, nada que no pueda ser
Ni un minuto amargo con quien no quiera querer
Algo de luz este desconcierto,
Párame tú que al pedir me pierdo
Y luego ya no vuelo bien

Dejaré mi puerta bien abierta,
Para cuando quieras volver
Cuídate que el frío siempre acierta
Y si algo no marcha bien para ti encontraré,
Una nave espacial que nos lleve lejos
Donde no existan miedos ni soledad

Toma mi presente, mi futuro incierto
Y que el mundo nos recuerde por soñar despiertos
Que navegues siempre hacia mar abierto
Y si alguna vez te pierdes

Solo mira dentro, solo mira dentro...

No pedimos tanto, nada que no puedas ver,
Ni un segundo amargo con quien no quiera creer
Algo de luz a este desconcierto,
Párame tu que al pedir me pierdo
Y luego ya no vuelo bien

Déjame tu puerta bien abierta,
Para cuando quiera volver
Cuídame que el frío siempre acierta
Y si algo no marcha bien solo te buscaré
Y tu nave espacial volará tan lejos
Que encontraremos siempre la libertad

Dame tu presente, tu futuro incierto,
Y que el mundo nos recuerde por soñar despiertos
Que navegues siempre hacia mar abierto
Y si alguna vez te pierdes solo mira dentro

Déjame tu puerta bien abierta,
Ya sabes que los sueños siempre aciertan
Pero luego tal vez algo no salga bien
Y quiero tu luz muy cerca y a ti siempre volver.

Dame tu presente, tu futuro incierto
Que el mundo nos recuerde por soñar despiertos
Que navegues siempre hacia mar abierto
Y si alguna vez te pierdes solo mira dentro

Dame tu presente, tu futuro incierto
Que el mundo nos recuerde por soñar despiertos
Que navegues siempre hacia mar abierto
Y si alguna vez te pierdes solo mira dentro

lunes, 4 de agosto de 2014

La increíble transformación del ser..





Un río, desde sus orígenes en lejanas montañas, después de pasar a través de toda clase y trazado de campiñas, al fin alcanzó las arenas del desierto. Del mismo modo que había sorteado todos los otros obstáculos, el río trató de atravesar este último, pero se dio cuenta de que sus aguas desaparecían en las arenas tan pronto llegaba a éstas. Estaba convencido, no obstante, de que su destino era cruzar este desierto y sin embargo, no había manera. 

Entonces una recóndita voz, que venía desde el desierto mismo le susurró: “El Viento cruza el desierto y así puede hacerlo el río”.

El río objetó que se estaba estrellando contra las arenas y solamente conseguía ser absorbido, que el viento podía volar y ésa era la razón por la cual podía cruzar el desierto.

 “Arrojándote con violencia como lo vienes haciendo no lograrás cruzarlo. Desaparecerás o te convertirás en un pantano. Debes permitir que el viento te lleve hacia tu destino”.

¿Pero cómo esto podrá suceder?.

“Consintiendo en ser absorbido por el viento”.

Esta idea no era aceptable para el río. Después de todo él nunca había sido absorbido antes. No quería perder su individualidad. “¿Y, una vez perdida ésta, cómo puede uno saber si podrá recuperarla alguna vez?”.

“El viento”, dijeron las arenas, “cumple esa función. Eleva el agua, la transporta sobre el desierto y luego la deja caer. Cayendo como lluvia, el agua nuevamente se vuelve río”.

¿Cómo puedo saber que esto es verdad?.

“Así es, y si tú no lo crees, no te volverás más que un pantano y aún eso tomaría muchos, pero muchos años; y un pantano, ciertamente no es la misma cosa que un río.”

¿Pero no puedo seguir siendo el mismo río que ahora soy?.

“Tú no puedes en ningún caso permanecer así”, continuó la voz. “Tu parte esencial es transportada y forma un río nuevamente. Eres llamado así, aún hoy, porque no sabes qué parte tuya es la esencial.”

Cuando oyó esto, ciertos ecos comenzaron a resonar en los pensamientos del río. Vagamente, recordó un estado en el cual él, o una parte de él ¿cuál sería?, había sido transportado en los brazos del viento. También recordó –¿o le pareció?– que eso era lo que realmente debía hacer, aún cuando no fuera lo más obvio.

 Y el río elevó sus vapores en los acogedores brazos del viento, que gentil y fácilmente lo llevó hacia arriba y a lo lejos, dejándolo caer suavemente tan pronto hubieron alcanzado la cima de una montaña, muchas pero muchas millas más lejos.

 Y porque había tenido sus dudas, el río pudo recordar y registrar más firmemente en su mente, los detalles de la experiencia.

Reflexionó: “Sí, ahora conozco mi verdadera identidad“.



martes, 17 de junio de 2014

Volar kilómetros de cielo..


Como llegar al filo de tu cama
para cantarte un cuento, una canción
para abrazarte fuerte hasta que caigas
rendida entre mis brazos y mi voz. 

Y despertarte a besos en la cara
dos horas antes de que salga el sol
después de haberte calentado el agua
beberla a sorbos de mi corazón.

Voy a volar kilómetros de cielo, mi cielo
meterme entre tus sueños
y luchar contra tus miedos
y caminar kilómetros de asfalto
y de tanto
dejar quedar rendido
en tu interior. 

Me robaré una nube en el trayecto
el trino de la boca de un gorrión
también la estrella más leve del cielo
y el tiempo de las manos del reloj. 

Voy a dejarte el alma de mi cuerpo
el fuego de mis ojos y el calor
que sale de mi aliento y de mis dedos
para entibiar toda tu habitación.

Voy a volar kilómetros de cielo, mi cielo
meterme entre tus sueños
y luchar contra tus miedos
y caminar kilómetros de asfalto
y de tanto
dejar quedar rendido
en tu interior.

martes, 10 de junio de 2014

La ley del espejo..

 

Los acontecimientos que ocurren en la realidad son el «resultado». Cada «resultado» siempre tiene una «causa». Y esta causa se halla en su interior. Es decir, debe saber que la realidad de su vida es el espejo que refleja su interior. Por ejemplo, cuando se mira en el espejo se da cuenta de «¡Ah! Me he despeinado» o de «Hoy tengo mal color». ¿Verdad que sin espejo uno no puede verse a sí mismo? Considere que la vida es como un espejo. Gracias al espejo que es la vida podemos darnos cuenta de la propia persona y tenemos la oportunidad de cambiar. La vida está hecha para permitir desarrollarnos hasta donde sea.

(...) Existe lo que se llama la «ley de lo inevitable». Y si se estudia, se puede ver lo siguiente: de hecho, todos los problemas que surgen en la vida ocurren para hacernos dar cuenta de algo importante. Es decir, que no suceden por casualidad; pasa inevitablemente lo que debe pasar. Es decir, nunca nos pasa nada que no podamos solucionar. Todos los problemas que nos aparecen existen porque nosotros los podemos resolver, y si nos ponemos en ellos positivamente y con amor, después y sin ninguna duda nos reportarán algún beneficio que nos hará decir: «Me alegro de haber tenido ese problema, gracias al cual...».

 (...) Porque en el mundo de los sentimientos todo está entrelazado. Si se resuelve la causa, el resultado también tiene que cambiar.

El espejo que es la vida nos hace ver lo que es importante.

Una ley que dice «la realidad de nuestra vida es el espejo que refleja nuestro corazón». Es «la ley del espejo».

(...) Si nos llenamos el interior únicamente de insatisfacción, cada vez ocurrirán más acontecimientos que quieren expresar este descontento.
Y, al contrario, si tenemos el corazón siempre lleno de agradecimiento, ocurrirán más acontecimientos que nos harán sentir más agradecimiento.
«La vida es un espejo que refleja nuestro corazón.» Es decir que «ocurren acontecimientos que sintonizan exactamente con nuestro interior». O también se puede decir que «la causa que se halla en nuestro interior se hace realidad como efecto».

(...)Al igual que cuando nos miramos en un espejo podemos conocer nuestra propia imagen, si miramos lo que nos pasa en la vida podremos conocer qué tenemos dentro del corazón

Por ejemplo, si se mira en el espejo y ve que está despeinado/a, ¿qué hace?
Por mucho que extienda la mano para arreglar los cabellos de su imagen en el espejo, ¿verdad que no lo conseguirá? Probablemente lo que hará será extender la mano hacia su cabeza y los arreglará.
De forma parecida, para resolver de raíz los problemas de la vida hace falta eliminar la causa que se halla en el propio corazón. Si no cambiamos nuestro interior, y únicamente esperamos que cambien los otros y las situaciones, no conseguiremos lo que deseamos.

                                         La ley del espejo. Yoshinory Noguchi.

viernes, 16 de mayo de 2014

Esencia de Estrellas..

Siempre acudo a las estrellas cuando no sé adonde ir, sé que ellas tienen las respuestas, que saben todo sobre mi.

Sé que mi Esencia es la misma de ellas, somos iguales tanto en materia como en no-materia. Fue el mismo Ser, la misma Energía, la que nos hizo Existir.

Y me pregunto muchas veces, si somos lo mismo, ¿porque os siento tan lejos de mi?. Ellas me responden con un guiño, haciendo brillar aún más su Luz. Me susurran quedamente: busca en tu interior, en tu Corazón están todas las respuestas, pero no las escuches.. ¡¡Siéntelas!!.

La Inteligencia que nos Creó, nos hizo Libres, para decidir por un@ mism@ cuando utilizar esa Libertad y para que..

Tu decides, en ti está todo.. Sé consciente por fin, del maravilloso Universo particular que se halla instalado en ti..

Y cuando te Descubras, entenderás porque Sientes eso tan especial cuando nos contemplas.. Sabrás porque se estremece tu Alma cuando pierdes la mirada en el azul del cielo y en la noche estrellada..

jueves, 8 de mayo de 2014

El territorio de los sueños..


Cada noche cuando duermo y me adentro en el territorio de los sueños, sé que abro una pequeña rendija, por donde se cuelan Verdades que, a veces, no pertenecen a este mundo.

Los sueños son una valiosa fuente de información (de todo tipo y en todos los sentidos), son un descanso para el Alma, son el lugar de Encuentro.. Encuentro con otras realidades, con otros Seres, conmigo misma, con múltiples experiencias.

Cada sueño tiene un mensaje, cada sueño es una Ayuda para este caminar.. y en cada uno de nosotros está la clave para descifrarlos..

miércoles, 30 de abril de 2014

El Camino..



Antes de nacer, estoy convencida, todos trazamos nuestro Camino. Como si de un guión se tratase, de la novela que va a ser nuestra vida. Y escribimos cual va a ser la experiencia, cual el aprendizaje, cuantos los errores que se convertiran en la senda. Incluso cuales serán los personajes con los que la compartiremos.

Y diseñamos el avatar que nos identifique, y le daremos una personalidad y una mente que lo acompañe.

Pero el propósito de tal experiencia es Vivirla desde el Ser Superior que tod@s somos, desde la Mente y Personalidad Superiores.

Por eso es inútil forzar situaciones. El Camino propio es una senda hacia delante, nadie puede hacerle un quiebro al Destino. Anular o desviarnos de ese Camino lo único que hará es ralentizar el trayecto.

En cambio, dejarnos Fluir con ese Camino nos pondrá todo en bandeja. Las personas adecuadas, las situaciones positivas, los deseos soñados.. todo aparecerá en ese Camino si nos dejamos Fluir y dejar que vengan a nosotr@s. Porque al diseñar ese Camino lo hicimos con todo lo necesario para llegar victoriosos y orgullosos de nosotr@s mism@s al final.

Fluir es como mirar un alegre arroyo que recorre serpenteando un precioso valle, en él viajan confiadas las hojas marchitas que algún árbol desechó, y viajan mecidas por la corriente que el arroyo les regala. Saben que todo discurrirá perfecto, pues el Gran Arroyo Guía, Sabe, Proporciona.. lo único que a cambio les pide es que Confien. Lo demás.. es un Paseo Maravilloso..

Encontraremos alguna que otra piedra en ese Camino, pero se debe recordar que las personas (piedras) que, aparentemente, nos hacen daño son las que nos van a enseñar las mejores Lecciones, que los malos tiempos (piedras) nos harán Despertar una Consciencia Superior, que las contradicciones (piedras) en dicho Camino nos harán ser mejores. Todo pasa por un bien para nosotr@s, es cierto que no podamos comprenderlo cuando nos suceden los contratiempos, pero al final y a la larga comprobamos que siempre sucedió para nuestro bien.


martes, 22 de abril de 2014

Mientras tú duermas..


No soy la espina que se clava en tu costao, no no no
Yo soy el llanto, del que llora derrotao
Soy el silencio, y el cristal, que te ha cortao
Soy tu mirada, y no soy ná

De azul voy a pintar, las tardes negras
y el cielo será un mar, lleno de estrellas
De miel serán tus besos, de miel las velas
Que alumbran la oscuridad, mientras tú duermas.

Soñamos juntos, de mil maneras
Nos dimos tanto, que tanto queda
Fuimos el miedo, que en primavera
Tienen las hojas cuando el viento, qué se las lleva,
pàl sur, que se las lleva….

Mientras tú quieras, yo estaré contigo
Que yo estaré contigo.

De azul voy a pintar, las tardes negras
El cielo será un mar, lleno de estrellas
De miel serán tus besos, de miel las velas
Que alumbran la oscuridad, mientras tú duermas

De azul voy a pintar, las tardes negras
El cielo será un mar, lleno de estrellas
Quizá al amanecer, se va contigo
Pero al anochecer, se va con ella.

martes, 8 de abril de 2014

Arrullo de estrellas..


En el faro de tu amor
en el regazo de tu piel
me dejo llevar al sol.

Es que no hay nadie como tú
que me haga sentir así
en un arrullo de estrellas.

Te lo digo desde el alma
y con el corazón abierto
en un paramo de luz
despojados del dolor
nos volvemos a encontrar.

Al final del infinito
entre ríos púrpura
a la fuente regresar.

En el faro de tu amor
en el regazo de tu piel
me dejo llevar al sol.

Al final del infinito
entre ríos púrpura
nos volvemos a encontrar.

Eres mi amor eterno
mi ángel de la guarda
ah ahhh ahhh.

Te lo digo desde al alma
con el corazón abierto
ah ahhh ahhh.

Entre tus alas carmín
y en tu mirada tan pasiva crecí
siempre confiaste en todo lo que soñé
me cuidaste y me guiaste hasta aquí.

 Te lo digo desde el alma
con el corazón abierto
eres mi amor amor eterno
mi ángel de la guarda.

Te lo dijo desde alma
María llena eres de gracia
ah ahhh ahhh.

miércoles, 2 de abril de 2014

No somos distintos..

Durante algunos años me estrellé, una y otra vez, contra el muro del autismo. Era desesperante. Todas las pautas que daban los especialistas no surtian efecto. Me sentía impotente, no veia salida y la distancia entre ese muro y yo se hacia más y más grande.

Hasta que un dia, agotadas ya todas las soluciones, me enfrenté a ese muro con las únicas “armas” que tenía: el amor y el cariño. Y a cada embestida yo le ofrecía mis “armas”. Y así fueron incontadas veces.. Pero un día el muro empezó a resquebrajarse, y vi que habia una luz muy brillante al otro lado. Así, cuanto más amor y cariño daba, más luz me ofrecía.

Y descubrí que detrás de ese muro habia una persona absolutamente MARAVILLOSA. Que detrás de ese supuesto silencio y frialdad, resplandecia una ternura infinita. Descubrí lo muchisimo que puede dar una persona que no tiene doblez, que no sabe de maldad ni de mentiras, que ofrece lo que su corazón es capaz de demostrar salvando el más grande de los obstáculos: la incomunicación.

Descubrí que los autistas no son distintos de los demás.. son MUCHO MEJORES. Dia tras día tienen que intentar comunicarse con nosotros en otro idioma, tienen que vivir según unas reglas que no entienden, en una sociedad que no comprenden. Y aún así, hacen ese supremo esfuerzo a cada momento. Son admirables..

Hoy, 2 de abril, es el dia mundial de concienciación sobre el autismo. Me encantaría que las personas se acercaran un poco más a ellos, que pudieran conocerlo. Creo que así se derribarian todos esos muros… y tod@s saldríamos ganando..





NO SOMOS DISTINTOS”       

Como tú, tenemos ojos,
los nuestros, quizá más limpios,
por donde nadan los peces
que no se sienten distintos,
y, en las manos, las caricias
que no quieren dormir nunca,
para rodear el mundo
si se juntan con las tuyas
Al tocar no falta nada
porque no sobra ninguno,
y en la motxila, los sueños,
suman más de veintiuno,
Mikel toca los platillos
al revés, como los buenos,
y el Piñas nos trae sonrisas
que derriten los inviernos,
No somos distintos,
ni laberintos para perderse,
buscando razones
en los corazones para quererse,
no somos distintos,
cuando amanecemos
el sol aparece,
por donde pisamos
se hacen caminos,
la hierba crece,
El espejo nos ofrece
mil mañanas de colores,
y los martes por la tarde
le regalamos tambores,
el lamento y el silencio
los tenemos escondidos
para que el Drogas no diga
que metemos mucho ruido,
Nos comemos la alegría
con la punta de los dedos
y metemos la tristeza
en sacos con agujeros,
somos la lengua sincera
que te besa los oídos
donde habitan nuestras voces
para que muera el olvido.

martes, 11 de marzo de 2014

Un pequeño Universo..




Lobsang se queda mirando al cielo junto con su maestro y observa que hay infinidades de estrellas en ese cielo limpio. Su maestro aprovecha la oportunidad para enseñarle la naturaleza del universo.

El maestro dice : Lobsang…que crees que pasaría si por arte de magia pudieses empequeñecer unas 100 veces tu tamaño normal, como me verías?.

Lobsang responde : Maestro creo que seria tan pequeño como una hormiga y te vería muy gigantesco a mi lado.

Maestro: Lobsang y si pudieras empequeñecer más que verías?

Lobsang responde : Pues maestro, simplemente no vería nada, usted seria tan gigantesco que lo perdería de vista.

Maestro: Estas equivocado Lobsang, mientras mas empequeñeces podrás ver más claramente mis tejidos y la unión que los conforman, si disminuyes más tu tamaño podrás ver notoriamente mis células unas junto a otras, si sigues disminuyendo, podrás ver mis moléculas que son el conjunto de átomos. Si sigues disminuyendo podrás ver mis átomos y justo en ese momento veras que mientras más disminuyes más separados estarán los átomos uno del otro como las actuales estrellas que observamos.

Te has preguntado: que pasaría si juntáramos todas esas estrellas del cielo?, si podemos llegar a ser lo suficientemente grandes para poder ver que es lo que conforman?. Tal vez veríamos que todos nosotros formamos parte de un pequeño universo, una célula tal vez de algo más grande. Tal vez sea Dios. Lo que te doy a entender Lobsang es que todos somos parte del todo, estamos conectados y relacionados unos con otros, pero crecemos individualmente. Llegara un momento en el que el ser humano se dará cuenta que es una pequeña parte de la totalidad y es en ese momento que descubrirá los grandiosos poderes que puede tener por el solo hecho de entender este concepto.

Maestro: La vida sigue un curso cíclico, de inicio y fin y eso es porque todos estamos conectados con todo, sabias volviendo al ejemplo anterior que si prendemos un fósforo, para nosotros es simplemente la fricción de un determinado material combustible para obtener una pequeña llama, pero lo que no sabes es que esa llama tiene un ciclo, de nacimiento, de irradiación y de muerte… y tal vez  eso nos tomo unos 15 segundos, pero quizas existan entidades microscópicas naciendo en ese momento, creciendo y evolucionando y para ellos ha pasado millones de años luz desde que se inició el fuego hasta que se extinguió. El universo tiene sub-universos como el del ejemplo que te acabo de mostrar, pero la consigna siempre es la misma. Todos, formamos parte del todo.

                                  La sabiduria de los ancianos. Lobsang Rampa.

miércoles, 5 de marzo de 2014

Es infinito lo que me das..






Si me ves,
Sentirás que no miento.
Que es por ti,
Por quien daría la vida.
Te encontré,
Se cumplieron mis sueños.
Vive y no tengas miedo,
No me digas que no.

Las siete maravillas del mundo
Son tus ojos profundos
Llenos de libertad.
Los días y las noches sintiendo
Que aunque el mundo esté muerto,
Juntos podemos más.

Es el caminito de tu mano,
Entre risas y llanto,
Nuestra complicidad... 
 
Siente el latido que hay en mí,
Que es infinito lo que me das...

Llévame, como el aire en el viento.
Y tu Sol, yo seré cuando lluevas...
Bésame, no me importa si pierdo,
Si me voy al infierno
Con tu beso de amor...

Las siete maravillas del mundo
Son tus ojos profundos
Llenos de libertad.
Los días y las noches sintiendo
Que aunque el mundo esté muerto,
Juntos podemos más.

Es el caminito de tu mano,
Entre risas y llanto,
Nuestra complicidad...
Siente el latido que hay en mí...
¡Es infinito lo que me das!

Es el caminito de tu mano,
Entre risas y llanto,
Nuestra complicidad...
Siente el latido que hay en mí...
¡Es infinito lo que me das!
Siente el latido que hay en mí...
¡Es infinito lo que me das!
Siente el latido que hay en mí...
¡Es infinito lo que me das!
Si me ves,
Sentirás que te quiero... 
 

martes, 14 de enero de 2014

El Principio Omega..





El hombre avanzó hacia el Anunciador...

Creí reconocerlo.
¡Belsa!
Me dijeron que estaba ausente...
Pero ¿por qué descendió al río? Que yo supiera, hacía tiempo que había sido purificado por el Anunciador...
¡Qué extraño!
Belsa era uno de los treinta y seis «justos». Ya estaba consagrado. ¿Por qué se sometía a la purificación por segunda vez?
De pronto, el hombre del ropón de color vino se detuvo. Y, lentamente, levantó las manos hacia el embozo.
¡Esas manos! ¡No eran las del persa!
Dejé caer el saco de viaje sobre la piedra negra y chorreante y asistí, atónito, a lo que, sin duda, iba a ser el momento más importante de aquel lunes, 14 de enero, del año 26 de nuestra era. Calculo que el sol se hallaba en lo más alto, como no podía ser menos...
¡Esas manos! ¡Yo las conocía bien!
Y el Hombre retiró el manto...
¡Dios bendito!
¡Era Él! ¡Era el Maestro!
Se hallaba en el Artal, a punto de ser purificado (?) (qué extraña resulta la palabra) por Yehohanan...
Recuerdo que tuve un primer pensamiento: «No comprendo... »
Así era. No comprendía el porqué de la presencia de Jesús en aquel ceremonial.
No importaba.
¡14 de enero! ¡Lo olvidé! El viejo Zebedeo estaba en lo cierto, y también Bartolomé, el Oso de Caná. Acertaron...
Me encontraba ante lo que denominan el «bautizo» del Maestro en el Jordán. No era el Jordán, pero eso, ahora, carecía de importancia.
Entonces, el Maestro, sin dejar de mirar a Yehohanan, se aproximó un paso.
¿Cómo explicarlo?
Yo había visto esa mirada anteriormente...
Sí, fue en el kan de Assi, cuando el Maestro limpió el rostro de Aru, el negro tatuado.
Fue una mirada de infinita ternura.
—¿Tu?...¿Por qué bajas tú al agua?
El Maestro intensificó la sonrisa, y replicó con seguridad:
—Para ser bautizado...
La respuesta de Jesús sorprendió, aún más, al de las «pupilas» rojas.
—Pero soy yo quien debe ser purificado por ti...
No salía de mi asombro. El tono del Anunciador, siempre imperativo y altanero, cayó al nivel de la súplica. ¿Qué le sucedía?
El Hijo del Hombre, entonces, le dio alas:
—Ten paciencia, y actúa como te pido, porque conviene que demos ejemplo a mis hermanos...
¿Sus hermanos? ¿Estaban allí, en Omega? Sólo había visto a Santiago...
Y Jesús concluyó con algo que me desarmó:
Todo el mundo debe saber que ha llegado la hora del Hijo del Hombre...
Levantó los ojos hacia el cumulonimbo y la lluvia acarició su rostro con especial dulzura. Eso me pareció...
¿Su hora?
Segundos después, sin dejar de mirar el oscuro «cb», proclamó:
—¡Ahora es el principio!... ¡Ahora, el final es el principio!
Y de la nube, como si alguien estuviera presenciando la escena, partió otra descarga, que se ramificó sobre Omega. Pero ocurrió algo muy extraño. El relámpago fue azul, y no se produjo la lógica detonación. Fue una chispa eléctrica (?) imposible...
¿El final es el principio?
Yo sabía de esa frase...
Y recordé.
¡«Omega es el principio»! ¡La leyenda grabada en los obeliscos de los «trece hermanos», en las proximidades de Yeraj! ¡Me hallaba en el meandro Omega! ¡Allí arrancaba todo! ¡Omega, la última letra del alfabeto griego, el final, simbólicamente hablando, era el principio!
Quizá no tan simbólico...
Y se hizo el silencio. La lluvia, incluso, moderó su caída. Eso percibí. Y Omega sólo tuvo ojos para aquel Hombre...
Yehohanan depositó las puntas de los dedos sobre los hombros del Maestro y, sin mediar palabra, fue empujándolos suavemente. Yo diría que casi no tocó a Jesús.
El Maestro cerró los ojos y se dejó caer, muy despacio, hundiéndose en la corriente del Artal.
Al instante, los cabellos del Galileo flotaron en las aguas. Y unas tímidas ondas marcaron la presencia del Hombre-Dios bajo la superficie. Y fueron alejándose, borrando los breves impactos de las gotas de lluvia. Después, vi flotar parte del manto.
Sumé cinco segundos.
El Anunciador, con los ojos muy abiertos, aguardaba ansioso la reaparición de Jesús.
Y el Maestro regresó, y lo hizo con idéntica lentitud. Pero su rostro era otro. Era el mismo, pero no era el mismo. Había una luz que lo cubría... ¿Cómo explicarlo? Imposible. Quizá sólo fueron imaginaciones mías.
Y durante otros cinco o diez segundos, no lo sé con seguridad, el Hijo del Hombre continuó inmóvil, con los ojos cerrados y el rostro dirigido a los cielos. La lluvia, como digo, caía con respeto, como si no deseara caer.
Entonces, al seguir la dirección apuntada por el rostro del Maestro, volví a ver «aquello». En la base del cumulonimbo, en la nube negra y apretada que parecía gobernar sobre la «herradura», distinguí otro relampagueo, pero igualmente azul. Eran culebrinas. Eso era evidente, pero ¿por qué azules?
Y mis ojos no supieron dónde mirar. Exploraban el interior de la singular masa nubosa y regresaban después al Galileo. No creo equivocarme si afirmo que la «luz» (?) que bañaba su rostro era del mismo color que los relámpagos (?) del «cb»: un azul «movible". Y me explico (?): un azul que se movía, que despegaba de la piel (por decirlo de alguna manera), y que lo hacía «palpitando». Y a cada «palpitación», o impulso, el azul variaba de tonalidad. Tan pronto era claro como el agua marina, como turquesa o azul submarino e, incluso, con irisaciones violetas.
Yo no podía saberlo. Esos fueron unos instantes especialmente sagrados para el Hombre-Dios. Y digo bien: especialmente sagrados... El me lo confirmó después, camino de Beit Ids. Pero no adelantemos los acontecimientos...(…).

(…)Y ocurrió...
No sé en qué orden sucedió. Trato de rememorarlo, pero la mente humana no está lista para asumir sucesos de esa naturaleza. Los sentidos se extravían, se saturan y, finalmente, se rinden. Quizá fue todo simultáneo. Quién sabe...(…)

(…)Oímos un sonido. Algo así como un «clang», idéntico a lo que pude oír en el arroyo del Firán. Los cuatro hombres que se encontraban en el río alzaron las cabezas. Todos a la vez, y en la misma dirección: hacia el cumulonimbo en el que había visto los relámpagos azules. Yo hice otro tanto, pero no distinguí nada raro.
Entonces (?) llegó la ausencia de sonidos. Me puse en pie, e inspeccioné los rostros de Jesús y de sus hermanos. El Maestro tenía los ojos nuevamente entornados, y la cabeza ligeramente levantada hacia el «cb». Santiago y Judas aparecían tan desconcertados como este explorador. En cuanto al Anunciador, la verdad es que no me fijé.
No lograba explicarlo. Era como si los sonidos naturales de Omega hubieran sido absorbidos (?) y, en su lugar, quedó el vacío
Entonces (?), la base de la gran nube negra se volvió azul. No tengo palabras. Mejor dicho, las palabras no me ayudan...
Y de ese intenso azul celeste, vibrante, mejor dicho, pulsante, se desprendió (?) una «lluvia», igualmente azul, perfectamente distinguible de la lluvia normal. Y nos empapó. Entonces, todo se volvió azul: las ropas, el río, las piedras negras de basalto, los cabellos, la piel...
Pensé en una recaída. Quizá estaba siendo víctima del mal que nos aquejaba...
Pero no. Judas y Santiago contemplaron sus manos, y también las vestimentas, y movieron los labios, pero sus voces no salieron de las gargantas. Yo, al menos, no las oí. Ellos veían lo mismo que yo. ¡Era una «lluvia» azul!
Jesús no se movió. Siguió con los ojos cerrados y el rostro dirigido a los cielos. La «lluvia» azul lo había bañado, como a sus hermanos, a Yehohanan y a quien esto escribe.
Miré a los discípulos, pero seguían a lo suyo. La «lluvia» no los alcanzó. Sólo «llovía (?) en azul» en el entorno de los cinco que nos encontrábamos en las proximidades del basalto.
Sé que parece de locos...
Y entre la «lluvia» —no puedo decir si partió del «cb»— vi (vimos) una pequeña «esfera» (?) luminosa, también azul, pero en una tonalidad zafiro, con un diámetro no superior a una mano cerrada. Descendía rápido, y fue a estacionarse sobre la frente del Maestro. Jesús no abrió los ojos. Acto seguido (?), el «zafiro» buscó el pecho del Galileo, y allí se mantuvo durante décimas de segundo (?).
Después, no sé cómo, se perdió, o desapareció, en el interior del tórax de Jesús de Nazaret.
Y al instante (?), nada más desaparecer (?) la esfera de color zafiro, oí una voz (?). Mejor dicho, la oímos...
Fue lo único que acerté a oír en ese lapso de tiempo que, por supuesto, soy incapaz de calcular. No sé si transcurrieron segundos, o minutos, aunque eso poco importa...
Era una «voz» que me atrevería a definir como claramente femenina. Sí, la voz de una mujer, quizá joven (?).
Miré a lo alto, a la base azul del cumulonimbo, pero no vi nada.
¿De dónde procedía?
Sinceramente, lo ignoro. Sólo puedo decir que parecía brotar de todas partes, y de ninguna. Era como si cada átomo hablara.
Y al oírla reconocí el «mensaje»...
¡Dios mío!, ¿qué estaba pasando?
«¡Omega es el principio!»
Y la «voz» se apagó. Sólo lo dijo una vez: «¡Omega es el principio!»
La leyenda de los obeliscos... ¿Qué era todo aquello? ¿Por qué en esos instantes? ¿De quién era la voz? ¿A quién se dirigía? Evidentemente, sólo había un protagonista...(…)

(…)Y al llegar a mis pies me observó fijamente. Los ojos, color miel líquida, brillaron un instante. Me traspasó. En esos momentos no supe qué pretendía de este torpe explorador, pero me rendí. Era la mirada de un Dios. Me abrazó desde el agua. Me hizo comprender que yo era su criatura, y El, mi Creador. En aquel segundo entendí el universo contenido en una de sus palabras favoritas: «Confía.» Y lo hice. Sin palabras, mediante el hilo de las miradas, me puse en sus manos. El sabía. El gobernaba. El decidía. El era mi Dios.
Entonces me tendió la mano izquierda, en un claro gesto para que lo ayudara a salir del cauce.
¡Dios! Y creí comprender...
Su criatura, lo más bajo de la creación, era necesaria para elevarlo. El rogaba que así fuera.
Y una profunda emoción me dejó sin habla. Extendí el brazo y se aferró con fuerza. Después, sin dejar de mirarle, tiré con el cuerpo, y con el alma, y saltó limpiamente sobre la piedra negra.
Mensaje recibido.
Su mano continuó agarrada a mi brazo durante un instante. Me sonrió, y creí descubrir el paso rápido de la complicidad.
Acto seguido, con una firmeza dulce y acerada al mismo tiempo, exclamó:
—¡Vamos, mal’ak!... ¡Ha llegado la hora!
Y me guiñó el ojo.
Y aquel aturdido «mensajero» se fue tras Él. Esta vez sí fui afortunado. Fui a donde nadie fue, y fui con El...(…)


(…)Al sumergirse en las aguas, el Hijo del Hombre llevó a cabo un ritual personal —e insistió en lo de «personal»—, y se consagró a la voluntad de Ab-ba, el Padre Azul. Fue un «regalo», mucho más simbólico de lo que podamos imaginar. El quiso inaugurar el principio de su ministerio con lo más sagrado de que era capaz: «regalar» su voluntad al que lo había enviado... El «bautismo», por tanto, fue un gesto más santo, y delicado, de lo que siempre se ha creído.(…)

(…)—Fue mi regalo al Padre...(…)

(…)Permanecí pensativo. No era fácil para quien esto escribe. Yo jamás he regalado nada a Dios. Tampoco he pedido mucho, pero, en honor a la verdad, mis labios siempre se han abierto para reclamar, o suplicar.
¿Regalar a Dios? Tenía gracia... Y volví a desmenuzar las palabras del Hombre-Dios.
Jesús, atento, me dejó hacer. El sabía esperar. Era otra de sus cualidades.
La ceremonia de «bajar al agua» fue un «regalo» de Jesús hacia el Padre. Desde que lo conocía, el Maestro había hablado en numerosas oportunidades de ese «ejercicio», casi ignorado por la mayor parte de la humanidad: hacer la voluntad de Ab-ba. Recordé sus explicaciones durante la primera semana de estancia en las cumbres del Hermón, en el verano del año 25: «... Yo conozco al Padre —nos dijo—. Vosotros, todavía no. Os hablo, pues, con la verdad. ¿Sabéis cuál es el mejor regalo que podéis hacerle?... El más exquisito, el más singular y acertado obsequio que la criatura humana puede presentar al Jefe es hacer su voluntad. Nada le conmueve más. Nada resulta más rentable... »
Pues bien, llega un momento en el que la criatura humana, experta ya en esa «gimnasia» de entregarse a la voluntad del Padre, toma la decisión de consagrarse «para siempre». Y lo hace tranquila y serenamente, y elige para ello el instante que estima oportuno. Se trata de un momento de auténtica elevación espiritual, en el que el hombre, o la mujer, sencillamente, se entregan al Padre. Es un rito íntimo, el mejor «regalo» que podamos imaginar...
Jesús eligió Omega. Fue la culminación de lo que sabía y practicaba.(…)

(…)Esa mañana —me atrevería a calificarla de histórica— se registró otro suceso (?) que sólo he alcanzado a entender en parte. En realidad, en una mínima parte...
Recuerdo que el rostro del Maestro se iluminó, y de cada poro nacía una increíble y bellísima radiación azul. Lo llamé azul «movible»... Según el Maestro, ése fue el mayor de los prodigios que ha tenido lugar en la carne. Seguí sin saber de qué hablaba. Y se aproximó un poco a la realidad (lo que pudo). Su mente humana, o quizá su naturaleza humana (no supe distinguir con exactitud a qué se refería), se hizo una con la mente divina (?), o con la naturaleza divina.
Mi mente naufragó, y también se hizo una, pero con la nada...
Y Él, consciente, se detuvo. Dejó caer el saco de viaje sobre la tierra oscura del camino y se agachó. Tomó un puñado de dicha tierra, sucia y contaminada por el trasiego de hombres y animales, y me la mostró. Los ojos se iluminaron, y supe que se movía en mi interior. Sonrió y, en silencio, caminó hacia la colina de caolín más cercana. Lo seguí, intrigado. Allí, bajo los olivos, volvió a agacharse y tomó un segundo puñado de tierra, esta vez blanco-amarillenta, pura y brillante, como consecuencia del silicato hidratado de aluminio. Y, sin dejar de mirarme, procedió a mezclar ambos puñados. Al poco, no supe distinguir cuál era la tierra de inferior calidad, la del sendero, y cuál la brillante, la de la colina...
Mensaje recibido.
Y al «unificarse» (?) ambas naturalezas —la del hombre y la del Dios—, se produjo el milagro, el mayor prodigio de todos los tiempos; un milagro superior, creo, al de la resurrección de los muertos... Fue en esos instantes (?), suponiendo que esa «fusión» pueda ser medida, cuando Jesús de Nazaret se convirtió, VERDADERAMENTE, en un Hombre-Dios. En el monte Hermón recuperó lo que era suyo —la divinidad—, pero fue en Omega donde el Padre hizo «oficial» (digámoslo así) la divinidad de su Hijo, muy amado...
Fue entonces cuando se transformó en un Dios.
«Regalo» por «regalo»...(…)

(…)El no se encarnó para salvarnos, como aseguran las religiones. Ya lo estamos, según sus propias palabras. El Padre nos ha regalado la inmortalidad. Su presencia en nuestro mundo obedeció a otras «razones», digamos, de índole «personal», y que podrían ser sintetizadas (peor que bien) en la «necesidad de experimentar la naturaleza del tiempo y del espacio» (conocer a sus propias criaturas). De nuevo, se aproximó a la realidad, sólo eso, muy a su pesar... Pues bien, su experiencia en la carne quedó ultimada con el referido e íntimo «regalo» ofrecido a Ab-ba en Omega. Pudo abandonar, añadió, pero, una vez más, lo dejó en las manos del Padre. «Y se dirigió hacia el este del corazón humano, a la búsqueda del amanecer. . . » Esa fue la voluntad de Ab-ba. Ese fue el «cruce de caminos» del recién estrenado Hombre-Dios, el primero de una larga serie.
Si esto fue así, y el Galileo jamás mentía, El eligió continuar en la Tierra, de acuerdo con la voluntad del Padre.
Quedé desconcertado. ¡Pudo marcharse!
—Pero aquí estamos —manifestó, feliz, haciendo suyas mis reflexiones—, camino del este...
Y añadió, al tiempo que me guiñaba un ojo:
—¿Conoces un camino mejor?
¿Qué podía decir? E intuí que no estaba pensando en la senda que pisábamos. Ese «este» era otro... Y así lo confirmó. Jesús entendió que, además de su experiencia (?) con los humanos, Él debía proporcionarnos otro «regalo»: la esperanza. Él comprendió que, además de «enriquecerse», podía «enriquecernos». El mundo estaba, y está, en la oscuridad. Son muy pocos los que supieron, y saben, que la vida sigue después de la muerte, y que existe un Dios «que no lleva las cuentas».
Esa mañana, en Omega, el Hombre-Dios tomó la firme decisión de revelar al mundo la existencia de otro «mundo»: el del Amor, con mayúscula, como a Él le gustaba...
Si de mí dependiera, el 14 de enero sería designado Día del Planeta Tierra. Ese día, El decidió permanecer con el hombre, un poco más...
Entonces creí entender otra de sus frases, cuando se hallaba en las aguas, en el Artal:
—Ahora es el principio —dijo—. Ahora, el final es el principio...
¡Omega es el principio!
¡Dios santo! El final de la oscuridad! ¡El final es el principio!.

                                               Caballo de Troya 8. Jordán. J.J. Benítez.



 Se que me perdí
Me perdí en la calle y te encontré.
Te encontré sin nadie y te pedí...
Te pedí la llave, la que hoy me vale
Me vale para abrir.
Y abriré las cartas que guarde.
Con los mil detalles que escribí .
Esperando el día en que te encontrase
Y ahora que yo sé que me perdí contigo...

Bendigo cada noche, bendigo cada trago,
Bendigo el desespero.
Bendigo cada día, bendigo cada verso,
Bendigo el desenredo.
Y ahora que yo sé que me perdí contigo
Que no me encuentren nunca.
Y ahora que yo sé que me perdí contigo.
Que no me encuentren nunca .

Nada que decir
Las palabras saben que es así
Las verdades gritan por aquí
No preguntan cuando, ni porque, ni a donde
No hay nada que decir
El estar mi forma de insistir
Saber que siempre estas ahí
Tener la clave, sentirte parte

Y ahora que yo sé que me perdí contigo.
Bendigo cada noche, bendigo cada trago,
Bendigo el desespero.
Bendigo cada día, bendigo cada verso,
Bendigo el desenredo.
Y ahora que yo sé que me perdí contigo
Que no me encuentren nunca, que no me encuentren nunca
Y ahora que yo sé que me perdí contigo
Que no me encuentren nunca, que no me encuentren nunca.