lunes, 23 de septiembre de 2019

Superpoder..


Habíamos conversado sobre Él en otras oportunidades, pero siempre me quedaba sediento. ¿Qué es? ¿Me hallaba ante una persona? Yo sabía que eso no era posible. El Padre (Ab-ba) tiene que ser una criatura (?) puramente espiritual, al margen de la materia y del tiempo, pero no terminaba de comprender. También en esto necesitaba detalles, y aproveché la ocasión para profundizar en el asunto. Yo sabía que Ab-ba era el tema favorito de Jesús. Hablar de Él le perdía...

__ Necesito detalles__ le apremié__. Háblame del Padre. Quizá así comprenda mejor lo que ha sucedido esta mañana en el olivar...

Sonrió, pícaro. No logré engañarle, pero aceptó hablar, a su manera...

Tomó una de las ramas que este explorador había dispuesto para mantener vivo el fuego y se inclinó sobre la tierra que cubría la cueva. La alisó cuidadosamente y manifestó lo siguiente, por si lo había olvidado:

__ Eres un mal´ak, un enviado... Recuerda que mis palabras son siempre una aproximación a la verdad...

Asentí en silencio. Lo recordaba.

__... Lo que yo diga no tiene por qué ser la verdad, literalmente hablando. Vosotros, ahora, no podéis aproximaros siquiera a lo que intento transmitir... ¿Has comprendido?

Asentí por segunda vez, sin caer en la cuenta de la trascendencia de lo que acababa de decir.

Y lo vi dibujar en la tierra. Trazó primero la letra hebrea yod. Me miró con curiosidad y sonrió. Después dibujó la hé, la vav y por último, de nuevo la consonante hé. Lo reconocí al punto. Era el tercer Nombre de Dios, según los hebreos: Yavé o YOD-HÉ-VAV-HÉ, las cuatro letras que, según la tradición no debían ser pronunciadas. Y una vez terminado el Tetragrama, el Maestro permaneció en silencio y con el rostro grave. Presentí que lo que iba a decir era importante. No me equivoqué.

__ Entiendo que desees conocer al Padre...

El rostro del Galileo se iluminó de nuevo.

__ ...Es la aspiración de todo hijo del tiempo y del espacio, pero eso llegará... en su momento. No ahora. Vives en la materia y en la imperfección, vives en el tiempo y, en consecuencia, no es posible que el Padre pueda manifestarse tal y como es. Es Él quien acepta manifestarse en la conciencia humana y sólo así puedes alcanzar una comprensión__ limitadísima__ de lo No Limitado...

Jesús utilizó la expresión hebrea ein sof (lo no limitado, aunque creo que debería escribirlo con mayúsculas).

__ Ahora__ prosiguió, comprendiendo mi torpeza a la hora de desvelar sus palabras y conceptos__, en estos momentos, la naturaleza humana no puede aventurarse en la Divinidad. No está preparada. Aunque accediera a tus deseos, las palabras me cortarían el paso. No puedo darte detalles sobre el Padre porque tu mente es humana y Él, en cambio, no lo es...

Hizo una pausa. El perfume a sándalo se mezcló con el del guisote de la bamia y creí intuir: me hallaba sumergido en un aroma en el que se cruzaban el sentimiento de paz interior y la delicia de un fruto de la tierra. Lo sublime y lo humano, por explicarlo de alguna manera. Lo divino y lo material. Jesús también trataba de jugar con ambos conceptos, pero no era fácil. Ab-ba, el Padre, descendía hasta la bamia y la impregnaba. La bamia, sin embargo, jamás podría entender lo que estaba ocurriendo...

__Y te diré más. Si el Padre se presentase ante ti, ahora mismo, y en toda su gloria, quedarías anulado...

__¿Por qué?

__¿Crees en mi palabra?

__Siempre he creído...

Era la verdad.

__Pues bien, acepta lo que te digo. Si Él, ahora, apareciera ante ti, y con su verdadera luz, no desearías continuar. Es tal su grandeza que caerías en la Unidad y tu yo se extinguiría. Sencillamente, mal´ak, renunciarías a tu propia evolución. Es por ello que debes ser paciente. Él se presentará ante ti cuando estés preparado...

__Inténtalo... Dame detalles.

Yo mismo me sorprendí. Empezaba a parecerme a Eliseo.

El Maestro sonrió con benevolencia, pero no dijo nada. Fue a tomar una de las brasas que calentaba la bamia y la alzó, agitándola en el aire. El fuego se animó y se hizo más rojo. Entonces comentó:

__ Si tu eres capaz de explicarle al fuego quién soy yo, entonces, querido amigo, yo te explicaré quién es el Padre...

Me rendí... a medias.

__ Entonces, después de muerto, tampoco veré a Dios...

__ Repito: lo verás cuando estés preparado, no antes. Llegarás a Él cuando ya no seas materia. Es la primera de las condiciones.

__ Y, mientras tanto, ¿qué debo hacer?

__ Lo que has empezado a hacer: buscarlo, interesarte por Él, querer ser como Él...

Hizo una estudiada pausa y continuó-

__ ...Y, sobre todo, ponerte en sus manos y dejar que se haga su voluntad. Ya sabes: el secreto de los secretos...

Sí, nos lo había dicho en el Hermón.

__ Pero no te atormentes__ sentenció__. Tu análisis de Dios será siempre un intento mediocre por comprender lo inefable. No puede ser de otra manera. Te lo he dicho: es Él el que desciende a la materia, a tu mente, y el que permite que te aproximes, remotamente, a su esencia. Nunca es al revés. No lo olvides. La concepción humana del Padre será siempre limitada y fragmentaria. Nadie, insisto, está capacitado para entender a Dios mientras se encuentre sujeto al tiempo y al espacio.

__ Pero, inténtalo...

Creo que se rindió.

__ Está bien: acude a los símbolos. Ellos te ayudarán a hacer el trabajo. Ellos contienen los detalles que tanto te preocupan.

Y señalando las letras hebreas que había dibujado en la tierra me guiñó el ojo.

En ese momento no capté el profundo significado de sus palabras. Lo haría días después, en otra inolvidable conversación en la cueva de la llave. Pero debo ir en orden.

Lo que sí me vino a la mente__ supongo que fue una asociación de ideas__ fue el hallazgo de Gödel, el matemático que sacó a la luz la existencia de un número infinito de teoremas que son verdaderos y que nadie puede demostrar. Con el Padre, supongo, sucede lo mismo... La genial idea de Leibniz (1686), contenida en el ensayo filosófico Discurso de la metafísica, le daba la razón al Maestro: una teoría ha de ser más sencilla que los hechos que explica. Dios (Ab-ba) es tan... que resulta indemostrable.

__ Los símbolos... Nunca me paré a pensar que puedan contener a Dios...

El Galileo me miró, sorprendido. Y manifestó:

__ Yo no he dicho eso, pero está bien...

Tomó de nuevo la rama con la que acababa de dibujar el nombre de Yavé y la situó sobre la letra yod, la primera del Tetragrammaton.

__ Quieres que te hable del Padre...

__ Eso es.

__ Pues bien, fíjate...

Dirigió la mirada hacia la referida letra yod y explicó:

__ Esta letra está representando al Padre. Ella es el punto primordial del que todo procede. Ella es un símbolo. Ella representa el proyecto del Padre, del Creador, para la creación. En yod está contenida toda la potencialidad del Padre. De ella nacen las líneas, las superficies, los volúmenes, la potencia espiritual y todas las posibilidades de formas y de evoluciones. Las que conoces y las que nunca conocerás. Las que son y las que nunca serán. En ella están los caminos y los no caminos...

Me estaba perdiendo y Él lo sabía.

__ ... Tú sabes que el valor de yod es 10...

Eso era Kábala. El Maestro, creo haberlo dicho, era un consumado kabalista; el gran kabalista, me atrevería a decir.

__ ... Pues bien, desde ese punto de vista simbólico__ continuó, al tiempo que medía las palabras__, puede ser representada igualmente como el punto primordial inscrito en el círculo de la eternidad...

Y fue a dibujar un círculo con un punto en el centro.

__ ... Ese punto, como te decía, esa singularidad previa a la creación, lo contiene todo.

Mantuvo otra pausa y dejó que me acercara a sus ideas.

__... Pues bien, querido mal´ak, esa yod, ese 10, ese símbolo, representa lo que llamamos Dios Padre. Pero ¡ojo!, no es que el Padre sea un varón. Somos nosotros, los humanos, en nuestra pequeñez, quienes lo limitamos y le otorgamos un carácter de masculinidad que nunca tuvo... Es Él el que permite que tú pienses así, de momento. Más allá, como también te insinué, está el "EIN SOF" (lo NO LIMITADO).

__ Lo No Limitado__ le interrumpí__. Me gusta...

__ Por ahora es suficiente con que sepas que de ahí, de lo No Limitado, surge la fuerza espiritual del poder de Dios...

El Maestro interrumpió su exposición y me observó con curiosidad. ¿Había comprendido? A medias. Entonces preguntó:

__¿Sabes a qué me refiero? ¿Sabes cuál es el verdadero poder de Dios?

Me sentí perdido. No recordaba.

__ El amor__ se adelantó, sacándome del apuro__. Ése es el verdadero poder del Padre. ¿Recuerdas?


                                                  Caballo de Troya 9. Caná. J.J. Benítez.



viernes, 6 de septiembre de 2019