martes, 21 de junio de 2016

No soy de nadie..

Vivía atada a su cadena. Apareció un dia, poco tiempo atrás. Una mañana la vió enrollada en su tobillo. Desde entonces fue haciéndose cada vez más grande y más pesada.
La crearon sus miedos, todos los posibles. El miedo rasga, muerde, rompe, desata, ahoga, limita, anula, destroza, te vence.. y sobre todo enturbia el corazón.
Es muy difícil deshacerse de él. Termina controlando no solo tu vida, sino tu persona. Te conviertes de víctima a esclavo en un parpadeo. Antes de que te des cuenta estás atada a él, y le ves desde el pequeño rincón que te ha dejado en tu mente, mientras lo controla todo.
Si intentas avanzar, la cadena que ha creado tira de ti, recordándote que no puedes, que no lo conseguirás, que es inútil resistirse, porque ella puede más..

Aquella tarde pensaba en todo esto mientras las olas mojaban sus pies, iban y venían diciéndole "hasta luego.. volveremos" y volvían.. ruidosas y espumosas, una y otra vez.
 Inhaló con fuerza el aire, como si quisiera que la renovara por dentro. El sol alumbró sus párpados cerrados.. al abrirlos, el océano le dibujó un precioso camino de destellos solares, invitándola a seguirlo. Parecía escucharlo.. Bienvenida una vez más.. y una mano invisible surgió de sus pensamientos, alcanzarla parecía fácil, lo dificil vendría después.

Se preguntó si aún tendría fuerzas para continuar y recordó la letra de aquella canción: " las ganas de vivir que tengo, me curó por dentro.. Sanaron el corazón y las heridas de mi cuerpo.."

Ya casi no recordaba como era.. en su Alma siempre habia gobernado el Corazón, pero ahora solo existía la mente..el sufrimiento (consecuencia del miedo) había arrasado lo que un dia fue. Ahora solo era una extraña para sí misma.. Se buscaba cada dia pero las tinieblas y el ruido de su cadena hacían imposible el encuentro.. Pocas cosas hay tan duras como echarse de menos a una misma.. Lo más doloroso era saber que ya nunca sería lo mismo, que quién un dia fue ya jamás volvería, el proceso le habia cambiado profundamente..

Se adentró en el océano, necesitaba su abrazo.. siempre era como volver al origen.. Se sumergió y escuchó la voz del agua.. un escalofrío la recorrió al sentir la Conexión.. mientras se dejaba mecer dulcemente escuchó: Para lograr encontrarnos a nosotros mismos es requisito casi imprescindible habernos quedado vacíos, sentir una soledad extrema.. y cuando sientes que ya no hay nada, que no te queda nada, es cuando te Ves.. al fondo de esa oscuridad.. Allí estás con tu Luz Iluminando.. una Luz (la tuya) que no proyecta sombras.. una Luz Verdadera..

Al salir lo tenía muy claro, tanto como aquellas aguas.. Para controlar el miedo tenia que enfrentarlo, cara a cara, uno a uno.. lo primero era decirle: No soy de nadie.. sólo de mi misma..

Y el Corazón, por fin, se abrió paso..