sábado, 18 de marzo de 2017

Amaneciendo..


Caminé hasta la montaña para ver el amanecer.
Contemplé el majestuoso espectáculo de colores en el despuntar de cada rayo que nacía, como si lo hubiese hecho hoy por primera vez.
Me diluí en el paisaje, besando uno a uno los árboles que iba encontrando a mi paso.
Me camuflé con la bruma, que había adornado con su sombrero lo más profundo del valle.

Había caminado mucho, pero no estaba cansada. Había dejado las preocupaciones en cada recodo del camino. 
Y feliz por la oportunidad, me bebí la luminosidad del arroyo, que cantaba la dulce melodía del que está en paz consigo mismo.
Escuché el saludo de bienvenida de un jardín cercano, su alegría era contagiosa y me puse a danzar con las flores.. ellas, siempre amorosas, perfumaron mi Alma..