lunes, 11 de abril de 2016

Sigue el camino..


Y comencé a andar despacito
y contemplar cada piedra del camino,
porque todas llevan un mensaje.

Siempre tengo la sensación de que el tiempo transcurre a una velocidad distinta para mi. Yo voy despacito y todo lo demás vertiginosamente deprisa.
Así nunca llego, ni quiero llegar.
A mi me gusta contemplar el paisaje, me gusta saborear los instantes. No comprendo el porqué de tanto correr.
Hay un camino delante de mi, lo sé.
Y sé también que es mi camino, solo mío, exclusivamente mio.
A veces creo saber los pasos que he de dar para mantenerme en ese camino, que sé que es el correcto.
Otras veces, por más que lo intente, pierdo el equilibrio y me termino desviando, yendo por atajos que al final no me llevan a ninguna parte, nada más que a dar un extenso rodeo para desembocar donde estaba antes, al comienzo.
Otras veces no es un atajo ni un rodeo, es una completa y total equivocación, que me desarma y me agota.
Pero todo lo doy por bueno, porque así distingo mejor ese camino, que cada vez me gusta más.
Porque es el mio.
Y lo recorro despacito, como a mi me gusta. No hay prisa..

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