martes, 10 de junio de 2014

La ley del espejo..

 

Los acontecimientos que ocurren en la realidad son el «resultado». Cada «resultado» siempre tiene una «causa». Y esta causa se halla en su interior. Es decir, debe saber que la realidad de su vida es el espejo que refleja su interior. Por ejemplo, cuando se mira en el espejo se da cuenta de «¡Ah! Me he despeinado» o de «Hoy tengo mal color». ¿Verdad que sin espejo uno no puede verse a sí mismo? Considere que la vida es como un espejo. Gracias al espejo que es la vida podemos darnos cuenta de la propia persona y tenemos la oportunidad de cambiar. La vida está hecha para permitir desarrollarnos hasta donde sea.

(...) Existe lo que se llama la «ley de lo inevitable». Y si se estudia, se puede ver lo siguiente: de hecho, todos los problemas que surgen en la vida ocurren para hacernos dar cuenta de algo importante. Es decir, que no suceden por casualidad; pasa inevitablemente lo que debe pasar. Es decir, nunca nos pasa nada que no podamos solucionar. Todos los problemas que nos aparecen existen porque nosotros los podemos resolver, y si nos ponemos en ellos positivamente y con amor, después y sin ninguna duda nos reportarán algún beneficio que nos hará decir: «Me alegro de haber tenido ese problema, gracias al cual...».

 (...) Porque en el mundo de los sentimientos todo está entrelazado. Si se resuelve la causa, el resultado también tiene que cambiar.

El espejo que es la vida nos hace ver lo que es importante.

Una ley que dice «la realidad de nuestra vida es el espejo que refleja nuestro corazón». Es «la ley del espejo».

(...) Si nos llenamos el interior únicamente de insatisfacción, cada vez ocurrirán más acontecimientos que quieren expresar este descontento.
Y, al contrario, si tenemos el corazón siempre lleno de agradecimiento, ocurrirán más acontecimientos que nos harán sentir más agradecimiento.
«La vida es un espejo que refleja nuestro corazón.» Es decir que «ocurren acontecimientos que sintonizan exactamente con nuestro interior». O también se puede decir que «la causa que se halla en nuestro interior se hace realidad como efecto».

(...)Al igual que cuando nos miramos en un espejo podemos conocer nuestra propia imagen, si miramos lo que nos pasa en la vida podremos conocer qué tenemos dentro del corazón

Por ejemplo, si se mira en el espejo y ve que está despeinado/a, ¿qué hace?
Por mucho que extienda la mano para arreglar los cabellos de su imagen en el espejo, ¿verdad que no lo conseguirá? Probablemente lo que hará será extender la mano hacia su cabeza y los arreglará.
De forma parecida, para resolver de raíz los problemas de la vida hace falta eliminar la causa que se halla en el propio corazón. Si no cambiamos nuestro interior, y únicamente esperamos que cambien los otros y las situaciones, no conseguiremos lo que deseamos.

                                         La ley del espejo. Yoshinory Noguchi.

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